viernes, 14 de agosto de 2009

Quiero que duermas conmigo

Hoy me he dado cuenta que me engañaban. Me he dado cuenta de que pueden trayarme la cabeza de una manera increible. Los dias pasan en el calendario de mi vida, gente que viene y gente que se va, y como siempre, yo y mi mente discutiendo en el silencio de la noche en mi cama.
Desearia no haberte conocido nunca, ni a ti tampoco. Desearia retroceder en el tiempo y no haber bebido de ese vaso.
Ahora se que perderse en el vicio nunca fue la solución. Se también que no se puede confiar en nadie aunque de repente aparezca en tu casa con la intención de abrazarte.

Nadie me hará sentir de nuevo como me hicistes sentir tú. No se lo permitiré a nadie

Y aceptaré con dolor pero con valentía, mi condena.


Porque me la merezco

Pero dejadme que pida algo...


Perdón





Los dias, las noches...
Las tardes...

Solo son el mismo momento con una hora distinta

No estoy hecha para amar ni para que me amen...por mucho que lo desee


"Chica infeliz Vuela rápido lejos No pierdas tu oportunidad De nadar en misterio Te estas muriendo en una prisión De tu propia invención"


Pero siempre me quedará Jim

domingo, 9 de agosto de 2009

En vela

Cada día que pasa siento que me equivoco nuevamente en algo. Creí que el camino estaba por fín despejado pero veo que la mierda sigue obstaculizándolo. No se cual es mi lugar, ni donde debo estar. No se quien me quiere y quien me odia. Me siento infiltrada, disfrazada. ¿Por qué?

Me pierdo en un mar de pensamientos y tengo miedo de soñar de nuevo con él. Tengo 19 años, y como dice toda mi familia, sigo siendo una niña pequeña. Tengo miedo de quedarme sola. Tengo miedo de no encontrar a nadie, o de que nadie me acepte.

Se que no merezco a la mitad de personas que tengo a mi lado.

Tengo miedo...

sábado, 8 de agosto de 2009

Y de nuevo

Estoy atrapada enfrente de el procesador de textos de mi ordenador. He dejado atrás un mundo de colores, mareos y música. Intento caminar hacia delante, pensando en lo poco hermosa que es una vida convencional. Ya lo decían los Eskorbuto: ‘Satanás, tu infierno es demasiado dulce’. Tan dulce y amargo a la vez… Como el sabor de la droga corriendo por tu garganta en una noche de fiesta fatal, y tan dulce como el beso de la persona amada dándote los buenos días. Ya me dijeron también, una vez, que el cielo está podrido. Yo una vez estuve en él y me pareció el sitio más hermoso del mundo. Tenía a mis padres y hermano a mi lado. Y el aire era demasiado puro para una niña de diez años. Pero poco a poco las nubes se tornaron más espesas de lo normal y comenzaron a caer, destruyendo todo el techo que, con amor, habían construido durante tantos años.
Entonces el cielo se desplomó y la niña cayó en el abismo llamado realidad. Comenzó una larga lucha con ella misma. El alma dividida en dos, la parte antigua y la parte más antigua aún.. La parte antigua, fiel rebeldía que siempre le había acompañado, se hinchó, y se expandió hasta tal punto que succionó cada poro de su cuerpo, haciendo que apenas pudiera sentir. La parte más antigua, niñez e infancia, tan sensible como pompas de jabón, comenzó a tener un miedo terrible a todo lo de fuera, y se hizo tan dura y a la vez tan frágil, que optó por desaparecer un tiempo, pero a la vez a crecer más y más cada día.
Esta mezcla de sensaciones hicieron que la niña se fuera convirtiendo en una bestia herida, en un monstruo solitario, y en una persona dulce y vomitiva. El verano era la etapa más cruel para ella: demasiada facilidad le daban para que su parte antigua se alimentara más y más. Siempre, al dia siguiente, el arrepentimiento. La pena. El odio por tener que convertirse en otra para poder sonreir… La angustia.